domingo, 12 de diciembre de 2010

Infiel (Unfaithful, 2002)

    Adrian Lyne, director de Infiel, ha demostrado pocas cosas a lo largo de su carrera. Una de ellas ha sido hacernos saber que, como mínimo, tiene buen gusto musical. Continuando con la racha que ha venido llevando (Maurice Jarre, John Barry...), después de la exquisita partitura que Ennio Morricone compusiera para Lolita, Lyne se marcó un tanto al asociarse con Jan A.P Kaczmarek.
    Jan Andrzej Pawel Kaczmarek nació en Konin, Polonia, y comenzó sus estudios musicales a muy temprana edad. Además, se graduó en Derecho por la Universidad Adam Mickiewicz de Poznan.
    A finales de 1970, Kaczmarek comenzó a trabajar con Jerzy Grotowski y su innovador teatro experimental. Creó la Orquesta del Octavo Día en 1977 y grabó su primer álbum, Música para el Fin (1982), para la compañía estadounidense Flying Fish Records.    En 1989, Kaczmarek se mudó a Los Ángeles, California. En 1992 ganó el Premio Drama Desk a la Mejor Música en un juego por su música incidental para Tis Pity She's a Whore. Su música ha sido editada por Sony Classical, (Decca), Varese Sarabande, The Verve, Epic, Milan, y Savitor Records. Frecuentemente da conciertos en los Estados Unidos y Europa.    En el año 2005, Kaczmarek recibió el OSCAR a la Mejor Banda Sonora Original por Descubriendo Nunca Jamás, dirigida por Marc Forster. Kaczmarek también ganó el premio de la National Board of Review a la Mejor Banda Sonora del Año y fue nominado a un Globo de Oro y al BAFTA Anthony Asquith al Logro de la música de cine.
    Además de su trabajo en películas, Kaczmarek fue el encargado de escribir dos piezas sinfónicas y corales para dos ocasiones de importancia nacional en Polonia: Cantata for Freedom (2005), para celebrar el 25 aniversario del movimiento Solidaridad, y Oratorio 1956 (2006) para conmemorar el 50 aniversario de un sangriento levantamiento contra el gobierno totalitario en Poznan, Polonia. Ambos estrenos fueron transmitidos en directo por la televisión nacional de Polonia.
    Jan Kaczmarek, que ya dio sobradas muestras de talento en Total Eclipse y Washington Square entre otras, era un compositor que encajaba de maravilla en el proyecto de Lyne. Sin desmesuradas orquestaciones ni dramatismos baratos, Kaczmarek nos presenta en Infiel una banda sonora sencilla, de melancólicas melodías, y perfecta en cuanto a conseguir lo que se propone. ¡El adulterio ya tiene banda sonora oficial! Y es que esta obra es tan evocadora que debería pasar a los anales de la composición para dramas sobre adulterios varios, al igual que Los siete magníficos hizo lo propio en el terreno del western y Star Wars sentó cátedra en la ciencia-ficción.
    Infiel es una obra ejemplar. No tiene ni un solo tema de relleno: todos se disfrutan con igual intensidad que un tema principal, y sus orquestaciones sencillas son la clave de su éxito. Eso sí, es  triste. De hecho es MUY triste. Al igual que El fin del romance de Nyman, no es apto para escucharlo si uno se encuentra en plena crisis sentimental, ya que la música sólo hará que empeoren las cosas... Aunque si un adulterio tiene que consumarse con un tema tan elegante como Triangle, con esa cuerda sensual y ese acordeón mágico que entra en escena de una manera casi erótica, ¡pues entonces casi merece la pena seguir los pasos de Diane Lane en la película!  
    Otro tema que nos hace respirar fuerte es cuando escuchamos los eróticos gemidos de la vocalista noruega Jorane mezclados con la envolvente orquesta de Jan en Sudden Turn. Y es que esta chica es prodigiosa. Su voz aparece junto a la de Sussan Deyhim en unos cuantos temas más (muy notablemente en Silence) Sus gemidos dotan a la partitura de una elegancia contenida. Por supuesto, no son los típicos gemidos sin recato de los films eróticos de Morricone, y esa voz, junto al omnipresente piano y la melancólica sección de cuerda, conforman una banda sonora a todas luces brillante.
    Pero el tema estrella es sin duda el corte Unfaithful, que no es otra cosa que el tema principal desarrollado para toda la orquesta y el piano, llegando a adquirir una belleza que pone los pelos de punta por lo trágico de su sonido.
    Pero si hablamos de pelos de punta, el tema The visit es brillante, ya que la escena a la que acompaña es el encuentro entre cornudo y corneador, y aquí la música se utiliza de manera envidiable, aportando toda la elegancia de la que son capaces Jorane y el maestro polaco, conteniendo los sentimientos y evitando que la escena se salga de madre (cosa que parecía bastante fácil en un principio).  
    En definitiva, una banda sonora indispensable, especialmente para los amantes de lo dramático, lírico, elegante y preciosista, ya que es eso lo que Jan Kaczmarek nos regala esta vez, demostrando que lo suyo son los dramas pasionales. Sus películas de otros géneros pueden tener composiciones impresionantes, pero nunca llegan a tocar los sentimientos del mismo modo que ocurre en sus dramas, ni la música llega a ser tan brillante en su conjunto.

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1 comentario:

  1. Ésta es de mis favoritas junto al film que deja sin habla. Kaczmarek me encanta, de hecho su ultimo trabajo, Hachiko, me parece igualmente bello. Es un preciosista, elegante tal y como describes y lo hace a la perfección

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